martes, 6 de septiembre de 2016

La Revolución de México

La Revolución de México.
     
     Para el año 1876 se inicia en este país la dictadura de Porfirio Díaz. Este régimen, a diferencia de otros de este estilo, proporcionó al pueblo mexicano estabilidad y desarrollo material, logrado con una política basada en el otorgamiento de concesiones ha compañías extranjeras para la construcción de obras públicas y explotación de minas. El crédito exterior fue aumentado y creados varios bancos. En el aspecto cultural, impulsó la instrucción pública y fueron creadas las escuelas normales, la de Bellas Artes y la de Agricultura.
     

      El campesinado, los indígenas y las clases de los estratos bajos consideraban que ese progreso era ficticio, porque a pesar de que los salarios se mantenían bajos, los precios se habían triplicado y la agricultura se encontraba en crítica situación, lo cual indicaba, según ellos, que la riqueza se encontraba en grupos minoritarios.
     

    Varios intelectuales y terratenientes coincidieron en la idea de que era necesario sustituir al presidente Díaz, pues consideraban que éste era influenciado por asesores que no estaban identificados con los intereses de la nación.
     

     Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. Luego Francisco  Madero realizó diversas giras en el país con el objetivo de formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.

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      De esta manera Madero, incitó a sus conterráneos a un levantamiento revolucionario, que inició el 20 de noviembre de 1910. Esto lo realizó mediante la proclamación del Plan de San Luis, el cual se efectuó desde Estados Unidos que consistía en convocar a un levantamiento de armas el 20 de noviembre de 1910 para derrocar el Porfiriato y establecer elecciones libres y democráticas, además de comprometerse a restituir a los campesinos las tierras que les habían sido arrebatadas por los hacendados. El conflicto armado tuvo lugar en primera momento al norte del país y posteriormente se expandió a otras partes del territorio nacional. Una vez que los sublevados ocuparon Ciudad Juárez, Porfirio Díaz presentó su renuncia y se exilió en Francia.
     

     Luego de este acto, en 1911 se realizaron nuevas elecciones en las cuales resultó electo Madero. Desde el comienzo de su mandato tuvo diferencias con otros líderes revolucionarios, que provocaron el levantamiento de Emiliano Zapata y Pascual Orozco contra el gobierno maderista. Así mismo en 1913 un movimiento contrarrevolucionario, encabezado por Félix Díaz, Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, apoyado por Estado Unidos, dio un golpe de Estado. El levantamiento militar, conocido como Decena Trágica, terminó con el asesinato de Madero, su hermano Gustavo y el vicepresidente Pino Suárez. Huerta asumió la presidencia ese mismo año, lo que ocasionó la reacción de varios jefes revolucionarios como Venustiano Carranza y Francisco Villa. Tras poco más de un año de lucha, y después de las ocupaciones estadounidenses de Veracruz, Huerta renunció a la presidencia y huyó del país.
     

      A partir de ese suceso se profundizaron las diferencias entre las facciones que habían luchado contra Huerta, lo que desencadenó nuevos conflictos. Carranza, jefe de la Revolución de acuerdo con el Plan de Guadalupe que repudiaba al gobierno golpista de Victoriano Huerta acusándole de traición contra Francisco Ignacio Madero, convocó a todas las fuerzas a la Convención de Aguascalientes, para nombrar un líder único. En esa reunión Eulalio Gutiérrez, fue designado presidente del país, pero las hostilidades reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo. Después de derrotar a la Convención, los constitucionalistas pudieron iniciar trabajos para la redacción de una nueva constitución y llevar a Carranza a la presidencia en 1917. La lucha entre facciones estaba lejos de concluir. En el reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes revolucionarios: Zapata en 1919, Carranza en 1920, Villa en 1923, y Obregón en 1928.

     

     Por último cabe resaltar que no existen actualmente datos sobre la fecha de conclusión de este proceso revolucionario. Algunas fuentes lo sitúan en el año de 1917, con la proclamación de la Constitución mexicana, algunas otras en 1920 con la presidencia de Adolfo de la Huerta, o 1924 con la de Plutarco Elías Calles. Incluso hay algunas que aseguran que el proceso se extendió hasta los años 1940.

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